sábado, setiembre 27, 2008

"Las ciudades no deben ser estáticas"
(El Comercio - 04/09/2008 08:00:01)


EL ARQUITECTO MEXICANO SEÑALA QUE LIMA ESTÁ EN CAMINO A SER UNA MEGALÓPOLIS COMO RESULTADO DE LA SUMA DE LAS MUCHAS COMUNIDADES QUE SE HAN JUNTADO EN LA CIUDAD

Por Gisella López Lenci

El crecimiento de las ciudades es inexorable. Contrariamente a lo que se cree, las grandes metrópolis no son exclusividad del Primer Mundo. En Latinoamérica, la Ciudad de México, Sao Paulo y Buenos Aires son ejemplos de cómo una ciudad se puede convertir en algo más: en una megalópolis. El director del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana de México, José Luís Cortés, estuvo en Lima como invitado especial del coloquio "Megalópolis en América Latina. Refundación o colapso", organizado por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, en el que se analizó la planificación de las ciudades y la mejor manera para que estas sigan desarrollándose.

¿Qué ciudades de América Latina pueden ser consideradas megalópolis y por qué? El concepto se ha transformado. Yo entiendo que una megalópolis es la suma de muchas comunidades que se fueron juntando a través de la historia. Tokio es un ejemplo muy claro de ello y la Ciudad de México también. Por décadas, todo estaba concentrado en lo que llamamos el Distrito Federal, que está formado por 16 delegaciones y tiene ocho millones de habitantes. En la década del cincuenta, la mancha urbana se desbordó y actualmente son más de cuarenta municipios, además de esas 16 delegaciones. Todo eso nosotros lo llamamos ahora la Zona Metropolitana de México, o la Ciudad de México, con 19 millones de habitantes.

Hay un fenómeno similar en otras ciudades de Latinoamérica...El caso de Sao Paulo, que está expandiendo su mancha urbana, o Buenos Aires. En Lima ya se nota...

¿Pero Lima puede ser considerada una megalópolis? Va en camino. No hay un tamaño específico para decir qué es una megalópolis, sino es el concepto de que no es solo una autoridad la que gobierna la mancha urbana, sino muchas autoridades. La megalópolis es como un pulpo que se extiende y llega a vincular a otras ciudades. Por ejemplo, en el caso de la Ciudad de México, si usted observa una fotografía aérea verá que hay muchos hilos que unen el Distrito Federal con las capitales de las ciudades que forman el Estado de México (similar al departamento de Lima) y que son Pachuca, Cuernavaca, Puebla y Tlaxcala. Unida a estas, la megalópolis de la Ciudad de México pasaría a tener 30 millones de habitantes.

¿Siendo así, la Ciudad de México va hacia el colapso o a una refundación? A un colapso no. Naturalmente vamos a llegar a umbrales delicados en la siguiente década, pero estamos en lo que yo llamo el coletazo del proceso de urbanización. La mancha urbana seguirá creciendo porque la ciudad necesita más equipamientos y servicios, pero no hay una relación directa entre población y crecimiento de la mancha urbana. El colapso llegaría si no supiéramos manejar ese crecimiento. Para todo el mundo es un milagro lo que está sucediendo en la Ciudad de México. Yo recuerdo que en 1970, cuando tenía ocho millones de habitantes, todos decían que ya había llegado a su límite, y quizá ahora mucha gente en Lima se alarme por lo mismo. Ya somos casi 20 millones y la ciudad sigue funcionando. De hecho, vamos a llegar a tocar umbrales muy delicados y no sabemos cuándo.

¿Cuál es la mejor manera de manejar una ciudad tan grande? Yo creo que crecimiento no significa abandono. Tenemos que poner mucha atención en la reconversión de nuestras ciudades. Sin embargo, los gobiernos establecidos se preocupan por tres o seis años, pero son pocos los que se preocupan a mediano y largo plazo. Todos los gobiernos establecidos que forman estas megalópolis deben hacerlo de manera cooperativa para entender su funcionamiento, porque las ciudades que serán competitivas en el futuro son aquellas que logren tener buena calidad de vida, y esta solo se logra con un buen planeamiento de los espacios públicos y privados. Entre más podamos acercar la vivienda al trabajo, la ciudad será más eficiente y más competitiva.

¿Para que una ciudad funcione, entonces debe desarrollar una autosuficiencia en sus diversos centros neurálgicos?¿Esa es la meta a largo plazo?Cada zona urbana, cada barrio y cada sector tienen que aspirar a la autosuficiencia en lo máximo posible. De hecho, habría que hacer una interrelación entre los diferentes centros de la ciudad, porque hay equipamientos de nivel masivo que sirven para toda la ciudad, como los grandes estadios, terminales de ómnibus, terminales ferroviarias o aeropuertos que son para toda la ciudad. También seremos más eficientes en la medida en que podamos optimizar el suelo existente. Es decir, hay una gran subutilización del suelo en las grandes ciudades. El suelo urbano que tiene buena infraestructura, con calles pavimentadas, alumbrado público, escuelas y clínicas, está subutilizado con densidades muy bajas de población. Hay mucha especulación y mucha gente tiene grandes extensiones de tierra dentro de las ciudades, esperando a que los precios suban, y eso le cuesta mucho a la ciudad. Los vacíos urbanos son un elemento que detiene el proceso de crecimiento armónico de una ciudad. Hay dos factores con los cuales tienen que luchar los gobernantes de las metrópolis: las limitaciones de sus períodos de gobierno, y el apoyo de la población, porque la gente es muy reacia al cambio y no es fácil convencer a los vecinos para que tengan una visión de transformación. Las ciudades se tienen que reconvertir, no pueden quedarse estáticas, son dinámicas y muchas veces los vecinos de un barrio quisieran que no se les tocara nada, pero las ciudades no pueden permanecer congeladas, tienen que estar vivas.

En Lima hay muchas urbanizaciones que cierran las calles argumentando protección. Invaden el espacio público porque necesitan protegerse...Es una situación triste en toda América Latina. Lo mismo pasa en México y Sao Paulo donde se crean guetos y la gente bloquea la calle para protegerse. Pero también hay un poco de egoísmo de todos, de no decir qué puedo yo hacer para que la ciudad sea más segura, no solo cómo me protejo yo.

Es que muchos tienden a protegerse porque las alcaldías no se ocupan efectivamente de la seguridad...La inseguridad viene por la falta de calidad del espacio público. No es algo que se da solo porque haya malhechores. Una ciudad tiene que ser legible, donde uno pueda ver por donde transita y uno pueda estar seguro de que está protegido por las edificaciones, pero si las normas y reglamentos hacen que todas las edificaciones sean bardas, donde no hay ventanas a las calles, entonces cada quien se protege como puede. Entre más ojos observen el espacio público, más segura será la ciudad. En el grado en que podamos cambiar la cultura urbana para entender que la ciudad es la extensión de nuestra casa, todos cuidaríamos más las calles y el espacio público. Lo peor es estar aislados y ser egoístas. En la ciudad todos debemos ayudarnos porque es en beneficio de todos, y eso rebasa la religión o la ideología política, porque no importa de qué partido sea mi vecino, al final los dos respiramos el mismo aire y sufrimos los mismos problemas.
SALUD. HAY QUE ROMPER EL MITO

Sufrir diabetes tipo 2 no significa depender de insulina

Si se detecta a tiempo, solo podría necesitar un cambio de estilo de vida. Sedentarismo, sobrepeso y tabaquismo son factores de riesgo


Muchas personas relacionan la diabetes necesariamente con la aplicación de insulina para tener una mejor calidad de vida. En el caso de la diabetes tipo 1 es así, pero con la diabetes tipo 2 (la más común) es distinto. Si bien es una enfermedad causada por la poca producción de esta hormona, generada por el páncreas y que controla el nivel de glucosa en la sangre, no todos los pacientes van a llegar a necesitar su aplicación de por vida.

"El concepto del uso de insulina ha variado radicalmente en los últimos 20 años. Hace un tiempo se pensaba que había la diabetes insulinodependiente y otra no dependiente. Eso se debía a que los propios médicos no conocíamos mucho sobre la enfermedad. Obviamente, fue un concepto muy malo y hoy sabemos que es un mito lo de la dependencia a la insulina", explica el doctor Hugo Arbañil, presidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología.

Según explica, hay pacientes que pueden estar muchos años con tratamiento de pastillas y que, dependiendo del caso, el uso de insulina puede ser temporal. "Un ejemplo muy común es el de una diabética muy bien controlada, pero que un día aparece con fiebre, escalofríos y vómitos. Es una infección urinaria por la descompensación que produce la diabetes. Durante el transcurso de la infección, que dura una o dos semanas, hay que colocarle insulina, pero superado el problema regresa a su tratamiento normal", señala.

Sin embargo, sí hay pacientes que van a necesitar insulina de manera permanente. Estos son aquellos que llevan unos 10 años con la enfermedad, pero con malos controles y de manera inconstante.

NUEVA ALTERNATIVA
Más allá del miedo a inyectarse en el abdomen o a olvidar su aplicación, hace algún tiempo los pacientes que necesitan la insulina sufrían por las dificultades de su manejo. "La hormona venía en un frasco grande, había que calcular bien la dosis, entre otras dificultades", señala Arbañil. Ante ello, aparecieron dispositivos portátiles que solucionaron en algo esta situación. No obstante, para algunos pacientes seguía siendo complicado.

Desde este mes ya se encuentran en Lima los dispositivos portátiles Solo Star, los cuales, a diferencia de otros productos existentes en el mercado, son desechables y ofrecen muchas facilidades para los diabéticos.

"Una de las complicaciones de los diabéticos es la pérdida de la vista y, otra, la sensibilidad de las manos; por ello, una ventaja de este dispositivo es que no hay problema para calcular la dosis porque viene la medida justa, y si hay problemas de vista, el regulador emite un ruido que ayuda a llevar la cuenta", explicó Ricardo Castillo, director médico de Sanofi Aventis, fabricante del análogo de insulina y del aplicador.

RECOMENDACIONES

Ponga atención si es mayor de 30 años

4 La diabetes es una enfermedad silenciosa, sin síntomas evidentes. Sin embargo, hay factores de riesgo que deben tomarse en consideración. "Están en mayor peligro quienes tienen familiares en primer grado con la enfermedad, sobrepeso, quienes realizan poca o ninguna actividad física; quienes fuman; y las mujeres que hayan tenido hijos de más de cuatro kilos", explica el doctor Arbañil.

4 Si usted es mayor de 30 años y cumple uno o más de estos factores debe someterse a una prueba de glucosa una vez al año. Si el resultado sale alterado (con el valor superior a 100), es necesario hacerse una prueba de tolerancia a la glucosa para confirmar el diagnóstico.

4 "Si es diagnosticado con diabetes tipo 2 no se asuste. Lo que va a necesitar es un cambio de estilo de vida, mejor alimentación y actividad física. Si se detecta la enfermedad a tiempo, solo podría requerir eso, sin usar fármacos o menos insulina. La diabetes no se cura, pero se puede controlar", recalca el especialista.