jueves, julio 20, 2006

MALA INFRAESTRUCTURA Y PERSONAL MEDICO NO CAPACITADO INCREMENTAN INFECCIONES

  • El 65% de los equipos médicos de las emergencias debe ser reemplazado.
  • Minsa debe mejorar fiscalización del cumplimiento de las medidas preventivas.

"En el área de maternidad solo somos dos técnicas, hay veces en que hasta siete mujeres entran en labor. El médico ordena alistar el equipo para dos de ellas, o desinfección para otra. Tienes que dejar eso y correr. Has manipulado primero a la que tiene infección y corres para atender a la que dió a luz o la que se va a hacer cesárea. Ahí te olvidas de lavarte las manos. Habría que lavarse luego de cada contacto, pero no somos pulpos, pues".
Así, en cuestión de segundos, pacientes vulnerables pasan a ser victimas de las infecciones intrahospitalarias, aquellas contraídas al interior de los nosocomios y que obligan a guardar más días de cama y recibir antibióticos adicionales para curar males que no deberían presentarse.
El testimonio transcrito líneas arriba es una de las respuestas que brindó el personal de salud de los hospitales San Bartolomé, Hipólito Unanue, Sergio Bernales, Daniel Alcides Carrión y otros tres de provincia, que fueron evaluados por el Ministerio de Salud (Minsa) el 2001 para conocer qué conocimientos y prácticas sanitarias tenían los médicos, enfermeras y técnicos.

Malas prácticas

De acuerdo a evaluaciónes internacionales, y al proyecto Vigía -elaborado por el Minsa para reducir la tasa de infecciones- las prácticas de personal, el equipamiento y la infraestructura de las instalaciones son vitales para la reducción de estos males hasta en un 20%.

Es por ello que dicho sector realizó campañas de capacitación, e incluso el 2004 lanzó un set de materiales educativos para la prevención de infecciones. ¿La situación mejoró? Los reportes del sector Salud indican que sí, pues la prevalencia de males se redujo de 25% a 14%, como informamos días atrás.

Sin embargo, estudios particulares demuestran que el descuido sigue presente. Una investigación realizada el 2004 por la doctora Gladys Carrión, coordinadora del Centro Modelo de Tratamiento de Residuos dela Universidad Agraria, el 64% del personal del hospital Sergio Bernales de Collique no recibió información reciente acerca de cómo proceder en caso de verse expuestos a fluidos corporales del paciente, mientras que otro 44% no usa máscaras para protegerse.

"No han colocado carteles informativos sobre bioseguridad como indica la norma del Minsa. Aquí y en otros hospitales el servicio de agua potable no está disponible las 24 horas y no hay rigurosidad en el uso de desinfectantes y guantes", sostuvo.

El riesgo se extiende incluso al propio personal médico o técnico. "En centros de salud de Cañete el personal de lavandería tiene tuberculosis, mientras que en una visita al cono norte encontramos que en un misma bolsa de basura había frascos de muestras y restos de comida. Es decir, han almorzado en el laboratorio. No puede ser".

Ante esta situación, el ex ministro de Salud, Uriel García, considera que le Minsa necesita invertir más en capacitción al personal, además de mejorar la fiscalización de la labor que realizan los Comités de Vigilancia y Prevención de Infecciones Intrahospitalarias que operan en cada nosocomio, para asegurar que se cumpla con la detección y previsiones exigidas por ley. "Hay mucho desconocimiento en el personal de salud y cada año ingresan más. Se requiere capacitación y fiscalización continua, pero eso genera un costo. El Ejecutivo debe entender que asignar una mayor partida para el sector es una inversión en la salud de las personas".

Sin agua y jabón

"En la unidad de cuidados intensivos no hay un solo lavatorio. Tenemos que recorrer doce metros para lavarnos las manos. Imposible". Esta respuesta, proveniente del hospital El Carmen (Huancayo), muestra otro de los problemas que se tiene en la lucha por disminuir la tasa de infecciones: la falta de equipos, infraestructura adecuada y hasta materiales como jabón.

Según reporte de la dirección ejecutiva de Servicios de Salud, al 2005, entre el 50% y 65% de los equipos médicos empleados en las salas de emergencia tiene un estado de operatividad inferior, mientras que un 7% es deficiente y requiere un cambio ya. El Programa Nacional de Infraestructura Equipamiento y Mantenimiento (Proniem), estima que ello demandaría 2 millones de dólares.

El pasado mes de abril, el Minsa culminó la construcción de un ambiente con 12 camas adicionales para el servicio de Neonatología del hospital Cayetano Heredia, el mismo que está en proceso de equipamiento desde el año pasado.

En esa fecha, la ministra Pilar Mazzetti informó que labores similares se realiza en forma progresiva en otros hospitales. "No existe el presupuesto suficiente para equipar inmediatamente los 5.888 establecimientos con que contamos", dijo. Mayor presupuesto, pero también un compromiso real del personal de salud ayudarían a revertir el riesgo de infecciones.

Hacinamiento agrava el problema

La mayoría de personas recurre a los hospitales cuando el mal que padecen ya se tornó crónico. Ello satura los nosocomios de mayor capacidad de atención y genera hospitalizaciones más prolongadas: mientras que los establecimientos de primer nivel, es decir, los puestos de salud de carácter preventivo y los hospitales que brindan servicios básicos son desaprovechados.

Personal médico de los hospitales Arzobispo Loayza, Sergio Bernales y Dos de Mayo nos confirmó que estos problemas se evidencias cuando las camas no guardan la distancia debida entre unas y otras, no hay adecuada circulación del aire, y se carece de espacio para dividir a los infectados de los sanos. "No se tiene espacios apropiados para el lavado de materiales", indicaron.

Asimismo, señalaron que hay problemas con el personal de limpieza, el cual utiliza los mismos trapos para diferentes servicios, llevando así gérmenes de un lado a otro.

Sepa más

  • En todo el país el Minsa administra unos 133 hospitales principales, y se requiere unos 687 mil dólares para dotar de los equipos necesarios a sus áreas de emergencia.
  • Se requiere también un millón de dólares adicionales para renovar su infraestructura, pues algunos cuentan con salas muy reducidas y otras son demasiado antiguas.
  • El 2002, en el hospital Almanzor Aguinada de Chiclayo, una evaluación al personal determinó que este sí contaba con una buena información teórica sobre el lavado de manos y el uso de guantes, pero en la práctica el personal obtuvo un bajo puntaje.
  • Hospitales de Ancash, Amazonas y Apurímac carecen de dispositivos idóneos para realizar el respectivo registro y seguimiento de los males adquiridos en el interior del nosocomio. Estos no se detectan a tiempo.


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