jueves, octubre 20, 2005

La vacuna contra la polio: "Gracias, Dr. Salk" Parte II


La gran carrera
Algunos sostienen que John Enders, de la Universidad de Harvard, merece gran parte de la gloria. Fue él con sus colegas Thomas Weller y Frederick Robbins que finalmente ganaron el premio Nobel por sus investigaciones relacionadas con la polio. Su pionero trabajo permitió reproducir el virus en cultivos celulares, lo cual sentó las bases para el desarrollo de la vacuna.

También fue crucial el trabajo de Julius Youngner, miembro del equipo de Salk en la Universidad de Pittsburgh. Youngner concibió el método llamado "tripsinización", que permitía reproducir el virus en tejido de riñón de mono y no en las células de fetos humanos utilizadas por Enders. Todo esto preparó el terreno para la producción en gran escala de virus y vacunas.

Salk entró en la escena de la polio como experto en virología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, donde originalmente se había especializado en gripe. Su primera relación con el virus consistió en tipificarlo, a fin de ganar dinero para ampliar su laboratorio.

Apoyado y alentado por la organización March of Dimes, Salk avanzó rápidamente en su búsqueda de una vacuna elaborada con virus muertos y, en el verano de 1954, ya estaba listo para llevar a cabo una prueba en todo el país con una versión experimental de la vacuna. A pesar de las objeciones de los críticos, entre otros Enders y Sabin, Salk y la March of Dimes lanzaron lo que fue entonces el mayor ensayo sobre el terreno jamás realizado. Sus sujetos de estudio, los llamados "pioneros de la polio", fueron alrededor de dos millones de niños (entre ellos, los tres hijos de Salk) a quienes sus padres propusieron como voluntarios para participar en la prueba. El mentor de Salk, el eminente epidemiólogo de la Universidad de Michigan, Thomas Francis, Jr., supervisó la iniciativa, por lo cual él también se hizo merecedor de un lugar de honor en la historia de la polio. El 12 de abril de 1955 Francis anunció: "La vacuna funciona. Es inocua, eficaz y potente".

A partir de ese histórico día, la vacuna Salk se convirtió rápidamente en parte del arsenal de los pediatras para luchar contra las enfermedades de la niñez. Se administraron más de 450 millones de dosis en los primeros cuatro años de la vacuna. De la noche a la mañana, y con el apoyo de la March of Dimes, Salk se convirtió en un personaje famoso; apareció en revistas de circulación nacional como Life y Time, y participó en programas de radio y televisión. Pero su fama también suscitó la ira de sus colegas investigadores, sobre todo la de Sabin. En una época en que los medios de comunicación no tenían la importancia actual, buscar la fama mediática era mal visto por la comunidad científica.

En 1960, Albert Sabin anunció que había logrado desarrollar una nueva vacuna antipoliomielítica oral. Como en muchas de las vacunas tradicionales, utilizó formas debilitadas del virus para implantar una infección inofensiva en los pacientes y de esta manera crearle inmunidad ante una nueva exposición al virus. En vez de inyectar la vacuna, era posible colocar unas gotas en un terrón de azúcar o mezclarla con un jarabe dulce para que el paciente la tragara. Poco después de su introducción en 1962, Estados Unidos —y la mayoría de los programas de vacunación— adoptaron la vacuna oral. Pero hasta entonces, la vacuna Salk ya había salvado a más de 35.000 personas de la muerte o la discapacidad.

El debate acerca de cuál de las dos vacunas es mejor no ha cesado desde que se utilizaron por primera vez, y hasta la fecha no está totalmente resuelto. Hoy en día, ambas vacunas se utilizan ampliamente y, sin lugar a dudas, las dos desempeñaron papeles importantes en la histórica lucha contra la polio.

Una meta mundial
En su punto culminante, la polio paralizó o cobró la vida de unas 500.000 personas por año en todo el mundo. En la actualidad, un niño de un país desarrollado tiene más probabilidades de ser fulminado por un rayo que de contraer polio. Pero en un puñado de naciones en desarrollo, la combinación de pobreza, hacinamiento y saneamiento deficiente sigue representando un terreno fértil para los poliovirus. Los niños desnutridos y empobrecidos con acceso limitado a la atención básica de salud son los más expuestos al riesgo.

En 1985, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una iniciativa para que en el año 2000 la polio quedara erradicada del hemisferio occidental. Tres años más tarde, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió emprender una iniciativa mundial basada en el modelo de la OPS. Junto con la Asociación Rotaria Internacional, el UNICEF y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Estados Unidos), la OMS lanzó la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis, cuyo objetivo era declarar en el año 2000 que el mundo estaba libre de polio. Esta meta casi se logra. En 1994, la región de las Américas fue declarada libre de polio; en 2000 lo fue la región del Pacifico occidental y en 2002, la región de Europa.

En los últimos dos años, la iniciativa ha sufrido algunos reveses. Pero la polio está en vías de convertirse en la segunda enfermedad, después de la viruela, erradicada completamente en todo el mundo. Los casos han disminuido en 99% (al pasar de 350.000 en 1988 a 784 en 2003). La polio, que antes era temida en todo el mundo, ahora sólo es endémica en seis países: Afganistán, Egipto, India, Níger, Nigeria y Paquistán.

Los defensores de estos esfuerzos atribuyen su éxito al uso de la vacuna antipoliomielítica oral Sabin. Los países donde la enfermedad es endémica organizan regularmente "jornadas nacionales de vacunación" (JNV), para lograr sus objetivos. Durante dichos eventos, que se celebran a lo largo de tres o cuatro días, los voluntarios se proveen de hieleras de plástico para conservar las vacunas en frío, y viajan en autos, barcos, motocicletas o a pie para llegar a todos los niños de menos de 5 años. En los últimos 15 años, el UNICEF ha suministrado suficientes dosis de la vacuna oral para administrarla a más de 2.000 millones de niños. Por ejemplo, el año pasado la India informó que había vacunado a 165 millones de niños en sólo tres días.


Aunque en Estados Unidos hoy se recomienda el uso de la vacuna inyectable de Salk, en otros países la vacuna oral de Sabin es la que se utiliza durante las campañas de vacunación masiva. Las razones de esta preferencia son varias:

Debido a que se suministra por vía oral, su administración no requiere equipo esterilizado para inyecciones ni la presencia de personal de salud calificado.
Es relativamente barata, una dosis cuesta alrededor de ocho centavos de dólar estadounidense.
Puede crear "inmunización pasiva" cuando alguien tiene contacto con las heces de niños recién inmunizados, en lugares donde las condiciones de higiene y saneamiento son inadecuadas.
A favor de la vacuna Salk está el hecho de que no puede causar la polio porque está elaborada con virus muertos. La vacuna Sabin, elaborada con virus vivos, si podría causarla, aunque es muy raro que ocurra.

¿Qué ha impedido lograr la erradicación de la polio a nivel mundial?

El financiamiento es un problema grave, en especial el financiamiento continuo. Desde 1988 se han gastado más de 3.000 millones de dólares en la erradicación de polio, pero la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Poliomielitis calcula que para las operaciones de 2006 harán falta otros 200 millones de dólares.

"Hace dos o tres años, en la mayoría de los países africanos donde se había interrumpido la transmisión de la enfermedad, se suspendieron las JNV por falta de financiamiento", dice Ciro de Quadros, director de programas internacionales del Instituto de Vacunas Sabin. "Sin embargo, todavía había transmisión del virus en algunos países, como Nigeria. Y cuando los casos de Nigeria se exportaron a los países vecinos, la transmisión se reestableció en ellos".

Los disturbios civiles también han socavado las iniciativas. En 1995, se negociaron varias treguas en Afganistán para que un número mayor de niños pudiera acudir a las JNV. En 2001, los países centroafricanos asolados por conflictos —entre otros, Angola y la República Democrática del Congo— aunaron esfuerzos para vacunar a más de 16 millones de niños.

En agosto de 2003, los rumores de que la vacuna podía causar esterilidad en las niñas hicieron que se suspendiera la vacunación en varios estados del norte de Nigeria. Como consecuencia, se experimentó un aumento drástico en las tasas de polio de este país ya endémico.

Lo que es peor aun, 12 países vecinos donde se había erradicado la polio —entre otros, Botswana, Chad y Sudán— se reinfectaron. En julio de 2004, se reanudaron los programas de vacunación, pero el brote de polio se había propagado hasta Yemen, donde se registraron 22 casos. Más recientemente, en mayo y junio de 2005, un poliovirus cuyos antecedentes genéticos se encontraron en Nigeria infectó a más de dos decenas de niños en Indonesia.

¿Lo damos por sentado?
Gracias a la inmunización, tres generaciones de niños del mundo desarrollado no han tenido que hacer frente a la polio ni a otras enfermedades graves de la niñez. Quizás por esa razón muchos de los padres dan por sentado que las vacunas han protegido la salud de sus hijos. Aun más preocupante es una reacción menor de rechazo a las vacunaciones sistemáticas.

"La falta de experiencia con las enfermedades epidémicas ha hecho que algunas personas sientan más temor por los riesgos relativamente pequeños que presentan las vacunas que por los peligros inmensos del resurgimiento de las epidemias", dice Jane Smith. "Lo que hacen las familias que se niegan a vacunar a sus hijos es confiar su protección a la inmunidad de grupo, gracias a la vacunación generalizada".

Ésta es una apuesta mortal. Ahora que los viajes internacionales son más frecuentes y asequibles, ¿podría la polio y otras enfermedades de la niñez sumamente transmisibles volver a las Américas?

De Quadros piensa que sí podría suceder:
"La polio sigue siendo endémica en algunos lugares de África y Asia", dice el brasileño. "Por consiguiente, los países de las Américas deben mantener un nivel muy alto de cobertura de vacunación y de vigilancia".

Smith está de acuerdo: "El aumento de los casos de polio en África y en zonas donde los padres rechazan la vacunación —después de lograda la erradicación casi total— nos indica lo que puede ocurrir si se deja de vacunar a un gran número de niños".

El quincuagésimo aniversario de la vacuna Salk es un recordatorio oportuno de un pasado al que ningún padre o hijo quisiera volver.

Sara Francis Fujimura es escritora y vive en Gilbert, Arizona, EE.UU.

1 comentario:

  1. Anónimo10:00 a. m.

    Bart Simpson Goes Arab
    An "Arabized' version of the popular animated show "The Simpsons' has made its debut on a satellite TV network in the Middle East - but many viewers aren't laughing.
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